DIA 1. MADRID - MUNICH - SALZBURGO.



    Para aprovechar al máximo nuestro primer día de viaje, tomamos un vuelo madrugador con Air Europa, llegando al aeropuerto de Munich sobre las 10:00. Una vez allí fuimos a la oficina de alquiler de coche, y tras tomar nuestro super opel corsa negro, partimos rumbo al centro de Munich. Hay que decir que los atascos no son exclusivos de Madrid, ya que pillamos unos cuantos en esta ciudad alemana. Durante el trayecto hacia el centro, desde la autovía se puede visulizar el bonito estadio del Bayern de Munich, el Allianz Arena. 



1. MUNICH.

   Munich es la capital de la región de Baviera, siendo su lugar más destacado el centro histórico, que gira entorno a la Marienplatz, considerada el corazón de la ciudad.

   Aparcamos el coche en un parking muy cercano al centro histórico (bastante caro, por cierto) y en primer lugar nos dirigimos a ver el Marienplatz.


1.a. Marienplatz.


Marienplatz.



 El Marienplatz, como he comentado, es el epicentro y el alma de la ciudad desde la antigüedad. En su origen, esta plaza se llamaba Schannen, pero se le cambio el nombre a Plaza de Santa María para pedir a la Virgen que protegiera la ciudad de la epidemia de cólera que la asediaba. La plaza cuenta con algunos puntos de interés:

-  El Neues Rathaus o Nuevo Ayuntamiento, de estilo neogótico, es el edificio más emblemático de Marienplatz y destaca por su alta torre desde la que se obtienen magníficas vistas de la ciudad. Cada día a las 11, 12 y 17 h tiene lugar "El Carrillón", en el reloj del Nuevo Ayuntamiento, donde salen unas figuras mecánicas de tamaño real que recrean la "Danza de Cooper", al compás de una melodía conmemorando el acto que tuvo lugar en 1.517 para celebrar el fin de la peste. A nosotros nos cuadró el horario, y tuvimos la suerte de ver el bonito carrillón.


Neues Rathaus.



"El Carrillón".



-  Gran columna de Santa María, de 1.638,  situada en el centro de la plaza, erigida para celebrar el fin de la invasión sueca. La gran columna está coronada por una estatua de la Virgen María rodeada por 4 angelitos que simbolizan las victorias frente a la guerra, la peste, la herejía y el hambre.


Gran columna de Santa María en primera instancia. Detrás la alta torre del Neues Rathaus.



- Antiguo Ayuntamiento de Munich, con más de 500 años de antigüedad y de aspecto gótico e interior medieval.


Al fondo en el centro el Antiguo Ayuntamiento.



- Fischbrunnen: es una pequeña fuente que sirve de uno de los puntos de encuentro más populares de la ciudad. Fue diseñada en 1.864 y reconstruida tras la Segunda Guerra Mundial.


Fischbrunnen.



1.b. Viktualienmarkt.
   
   Continuamos con nuestra visita, y caminamos unos pocos metros hasta llegar al Viktualienmarkt, situado muy cerca de la Marienplatz. 


Frutas del Viktualienmarkt.



   El Viktualienmarkt es el mercado de alimentos más conocido de Munich. Tiene una superficie de 22.000 metros cuadrados, donde 140 vendedores ofrecen flores, frutas exóticas, caza, carne, especias, queso, pescado, zumos y otros coloridos productos. Es un lugar con bastante animación, donde coinciden turistas y muniquenses para comprar productos ecológicos o gourmet, o bien para comer algo en sus puestos.


Viendo los puestos del mercado.



1.c. Iglesia de San Pedro.

   El tercer lugar que visitamos en nuestra corta mañana en Munich fue la Iglesia de San Pedro (Peterskirche). 

Fachada Iglesia de San Pedro.



   Esta Iglesia es el templo católico más antiguo de Alemania. Su interior presenta una mezcla de elementos góticos, barrocos y rococó, destacando especialmente el altar mayor y los frescos del techo. Hay que mencionar que en su interior existe una reliquia peculiar, se trata de un esqueleto de Santa Munditia cubierto de oro y decorado con piedras preciosas. Esta Iglesia posee también una torre de 56 m de altura, a cuyo mirador se puede acceder tras subir 306 escalones.


Interior de la Iglesia de San Pedro.



1.d. Cervecería Hofbräuhaus.

   Por último, antes de abandonar esta zona pasamos a visitar la Cervecería Hofbräuhaus. 


Fachada Cervecería Hofbräuhaus.


   Esta cervecería es la más famosa de Munich y una de las más famosas del mundo. Ubicada en el centro histórico de la ciudad, tiene casi cinco siglos de historia desde sus orígenes como fábrica de cerveza que abastecía a la familia Wittelsbach, allá por 1.589. En 1.828 la fábrica de cerveza fue trasladada, y la cervecería abrió al público por decreto, convirtiéndose en el centro de la vida pública y política de Munich, teniendo como clientes asiduos a importantes personajes como Lenin. Fue testigo de importantes acontecimientos, como la proclamación de la "República Soviética de Munich" o de discursos de Hitler para formar el partido nazi.
   Fue destruída en la Segunda Guerra Mundial durante los bombardeos de 1.945, aunque fue reconstruida posteriormente (en 1.958 se inaguró la construcción actual) siendo hoy en día un lugar con un gran ambiente para comer un plato típico de Baviera con una jarra de cerveza.


Interior de la cervecería.





   Tras comer y callejear un poco por la zona viendo los escaparates de algunas tiendas,  nos dirigimos al coche.

  La distancia de Munich a Salzburgo es de unos 150 km, y en el trayecto se emplea poco más de 1h 30'. Partimos rumbo a Salzburgo por las amplias autopistas alemanas, y poco antes de cruzar la frontera, nos detuvimos en un amplio área de servicio para comprar la Vignette. 




2. SALZBURGO.

   Una vez en Salzburgo, fuimos al hotel a dejar el equipaje. En el hotel compramos la Salzburg Card para los 3 durante 48 h (2 adultos y 1 niña). La Salzburg Card como dije en la introducción, es una tarjeta turística que incluye descuentos en más de 30 atracciones turísticas y espectáculos de Salzburgo, así como el acceso ilimitado a toda la red de transporte público de la ciudad.

   Como aún nos quedaba parte de la tarde por delante, aprovechamos para visitar algo que estuviese alejado del centro que visitaríamos al día siguiente, por lo que nos dirigimos con el coche al Palacio de Hellbrunn.


2.1. Palacio de Hellbrumm.


Entrada del Palacio de Hellbrumm.



   El Palacio de Hellbrunn está situado a 5 km al sur del centro de la ciudad. Este conjunto monumental de estilo renacentista fue un lugar de recreo y residencia de verano para el príncipe-arzobispo de Salzburgo Markus Sittikus. Se construyó en un periodo record de 3 años (de 1.612 a 1.615) y fue realizado por el constructor Santino Solari, a quien se encargó también la Catedral de Salzburgo. Éste se considera uno de los edificios más ostentosos del Renacimiento tardío al norte de los Alpes.


En los jardines del Palacio de Hellbrunn.



   Su ubicación idílica al sur de Salzburgo en el monte de Hellbrunn, zona con numerosos manantiales, fue ideal para que el agua se convirtiera en el elemento central del diseño. A pesar de que sus jardines son geniales, eran sus espectaculares "Juegos del Agua", de estilo manierista, los que centraban la atención de este complejo. A día de hoy, unos 400 años después, siguen siendo una fuente de sorpresas y diversión para los visitantes. 



Primera zona de los Juegos del Agua.


   Los jardines albergan diversas salas de estilo manierista y fantásticas fuentes diseñadas por los mejores ingenieros y arquitectos del momento, que desplegaron todo su ingenio para crear un sistema de chorros de agua ocultos en los rincones más inesperados, y el movimiento de figuras a través de un revolucionario sistema hidraúlico para la época, utilizando tan solo la propia presión del agua de los manantiales. 


En una de las salas de los Juegos del Agua.



Los jardines están llenos de bonitas figuras y estanques.



   Como atracción final encontramos el teatro mecánico, elemento más nuevo del jardín que representa una ciudad barroca con aproximadamente 200 figuras en movimiento, mientras suena una sinfonía originada por conductos hidraúlicos. 



Teatro mecánico.



   La verdad es que este es uno de los lugares donde más disfrutan los niños. En concreto mi hija se lo pasó pipa, aunque terminó como una fregona. El guía que nos dirige la ruta además nos iba explicando los diferentes lugares de la zona colocándonos en sitios estretégicos para terminar todos mojados, ya que aparentemente nadie sabe por donde van a salir los numerosos chorros de agua.


El encanto está en que nunca sabes por donde va a salir el chorro de agua.



 Por suerte, el día que llegamos a Salzburgo fue el más caluroso de nuestra estancia en tierras austriacas, por lo que empaparnos no nos vino mal.

   Una vez disfrutado de estos juegos del agua y visitado los amplios jardines, retomamos rumbo al hotel para descansar tras esta maratoniana jornada.

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